Cinco cosas que debes saber sobre los niños y las conmociones

Cinco cosas que debes saber sobre los niños y las conmociones

Read in EnglishCuando ocurría una conmoción se solía decir “que te estaban tocando la campana”, y cuando los atletas las experimentaban, los animaban a que “se sacudieran el golpe”. Hoy, entendemos que las conmociones pueden ser graves, ¿pero sabes identificar una conmoción? ¿Sabes qué hacer si tu joven atleta sufre una conmoción?

Particularmente los niños, adolescentes y jóvenes adultos están en riesgo porque sus cerebros aún están en desarrollo. Para mantener a los atletas jóvenes sanos y a salvo, te recomendamos que consideres los siguientes cinco consejos.

Conoce los datos

Una conmoción no solo es un golpe en la cabeza y dolor fuerte de cabeza; de hecho, ¡es un tipo de lesión cerebral traumática! Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), una conmoción puede ocurrir como resultado de una caída o un golpe en la cabeza o el cuerpo que sacudan la cabeza rápidamente. Este movimiento brusco puede causar daño al cerebro.

Andar en bicicleta con casco

Cada año, las salas de emergencias en los Estados Unidos tratan a casi 175,000 niños y adolescentes por causa de lesiones cerebrales traumáticas relacionadas con los deportes, incluidas las conmociones, y no todas son debido al fútbol americano.

Practicar fútbol americano, baloncesto, fútbol y andar en bicicleta son las actividades que causan el mayor número de consultas relacionadas a lesiones cerebrales traumáticas en las salas de emergencias. Además, las lesiones que ocurren en las áreas de juego son la causa principal de lesiones cerebrales traumáticas en niños menores de nueve años. Así que, independientemente del deporte o la actividad recreativa que tu hijo realice, debes estar alerta.

Conoce los síntomas

Un atleta joven no tiene que perder el conocimiento en caso de sufrir una conmoción. Y debido a que los síntomas de una conmoción podrían ser sutiles, pudieses pasarlos por alto si no tratas de identificarlos intencionalmente. Además, es posible que los niños y adolescentes no reporten sus síntomas, así que debes estar al tanto de cualquier síntoma o cambio de comportamiento. Algunos síntomas surgen enseguida, otros pudiesen tardar unos días en manifestarse.

Signos sutiles de conmoción en un atleta joven:

  • aparenta estar ofuscado o aturdido
  • actúa con movimientos torpes
  • tiene dolor de cabeza
  • responde preguntas con lentitud
  • muestra cambios de comportamiento, estado de ánimo o personalidad
  • experimenta sensibilidad a la luz o el sonido
  • experimenta zumbido en los oídos
  • no puede recordar lo que pasó antes o después de sufrir la lesión
  • tiene problemas para concentrarse o recordar cosas
  • duerme más o menos de lo normal

Cuándo debes comunicarte con un profesional de la salud

Las conmociones no se pueden ver, solo los síntomas, así que cuando sospeches que ha ocurrido una, el atleta debe ser evaluado inmediatamente por un profesional.

Signos de peligro que ameritan atención médica inmediata:

  • dolor de cabeza persistente, severo o que empeora
  • cambios en la función o comportamiento mental
  • debilidad y/o entumecimiento en cualquier parte del cuerpo
  • poca coordinación, inquietud o agitación
  • vómitos o rigidez en el cuello
  • dificultad para hablar
  • somnolencia extrema, confusión o reducción en lucidez
  • pupilas de diferente tamaño u otros cambios de la vista
  • convulsiones o ataques
  • pérdida de conocimiento

También ten en cuenta que las lesiones cerebrales podrían estar acompañadas de lesiones en otras partes del cuerpo, tal como en el cuello o la columna vertebral.

Cuánto tiempo deberán los niños estar fuera del juego

Las investigaciones revelan que a los atletas jóvenes les toma más tiempo recuperarse de las conmociones que los adultos. El jugador A de fútbol que regresa al juego mientras aún sufre síntomas de una conmoción está en riesgo de sufrir daños graves y permanentes en el cerebro. Por eso es importante asegurarse de que los atletas jóvenes no presenten síntomas y reciban la aprobación de un profesional de la salud antes de comenzar nuevamente cualquier actividad.

El descanso puede ayudar a que el cerebro sane después de sufrir una conmoción. Verifica con tu médico las recomendaciones específicas relacionadas con las limitaciones en las actividades después de una conmoción, y pregunta cómo y cuándo puede volver a realizar sus actividades regulares. Es posible que recomienden tiempo fuera de las prácticas, juegos y ejercicios. Tal vez tu hijo necesite retomar poco a poco sus actividades académicas y necesitar tiempo adicional para realizar sus exámenes y trabajo escolar. Después de sufrir una conmoción, es posible que los atletas jóvenes también necesiten integrarse gradualmente a sus actividades deportivas hasta alcanzar la velocidad y el contacto a sus máximos niveles.

Cómo reducir el riesgo de una conmoción

No existe método seguro para prevenir una conmoción. Pero sí hay pasos que puedes tomar para reducir el riesgo de que tu joven atleta sufra una conmoción.

  • Debe usar un casco que haya sido ajustado adecuadamente en todas las actividades de ciclismo.
  • Los atletas deben usar uniformes y cascos a la medida para los deportes de contacto, incluidos el fútbol americano y hockey.
  • Asegúrate de que tú y tu hijo estén familiarizados con todas las reglas del equipo y de la liga relacionadas con las conmociones y el juego seguro.
  • Infórmense tú y tu hijo sobre los síntomas de las conmociones.
  • Anima a tu hijo para que reporte inmediatamente todos los episodios de traumas y lesiones cerebrales. Explícales que es mejor estar fuera del juego por un corto tiempo mientras se recuperan, que arriesgarse a perderse el resto de la temporada, o a que suceda algo peor, por regresar al deporte antes de tiempo.

Por supuesto, no solo se trata de usar un casco que ayude a proteger a tu hijo, sino también de encontrar y usar un casco que se ajuste adecuadamente según el deporte que practique. ¿No estás seguro dónde comenzar a orientarte? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades tienen a tu disposición información muy valiosa en esta hoja informativa. ¡Chécala, imprímela y compártela con tus amigos!

¿Cómo cuidaste a tu hijo cuando sufrió una conmoción? ¡Comparte tu historia aquí!

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